Soy

Prometeme el cielo y te dare la tierra.



lunes, 19 de diciembre de 2011

Rojo V


Esa tarde encontré un compañero que me prestase el móvil al salir de las clases.
-¿Si?- La voz que sonó al otro lado del teléfono no solo lo hizo ahí. Me di la espalda para encontrarme con mi hermano de frente. Sonreía. – Lo siento, no he podido evitarlo.
-No pude ir esta mañana…
-Mentiroso, te has quedado dormido seguro.
-Bueno, pero no ha sido aposta.
-Da igual, sigo debiéndote un café, pero no aquí, por favor. No me apetece estar en la universidad.
Sería por… -¿Es por qué la dejaste?- Me di la vuelta y con gesto de agradecimiento devolví el móvil.
-¿La uni?
- Claro
Frunció el ceño – No la dejé. La acabé.
-Pero si te marchaste de casa. Nadie te pagó la universidad.
-Ya… fue una etapa difícil. Eso es parte de la larga historia que tenía preparada.
Sonreí – ¿A dónde quieres ir entonces?
-Bueno, el cambio de planes no ha sido tan malo- Jairo observaba curioso el piso de estudiantes en el que me había instalado. Estaba más o menos recogido, pero olía bastante a cerrado.- Al menos me ahorrare pagarte el café.
-Si la historia es tan larga como dices sería más de un café, ¿no?
Rió por lo bajo mientras rebuscaba en su enorme riñonera.-Bueno… te voy a contar la versión extendida, asique supongo que sí.
-¿Y tu mochila?
-En casa, no iba a cargar con ella todo el día.
-¿Qué casa?
-Eso forma parte de la historia. No quiero estropearla.- Después de mucho rebuscar sacó un pequeño paquete y se puso tras la barra americana de la cocina. – ¿Tienes cazuelas? Quiero decir cazuelas limpias, claro.
-¿Qué vas a hacer?
-Chocolate, como antes. Si prefieres café no me importa.
Sonreí y señale el armario que tenía detrás- Me acorde del chocolate caliente que llevabas a la universidad esta mañana.
-Genial. Soy recordado por hacer la comida. Todo un detalle por tu parte.- Saco la única cazuela que parecía seguir más o menos utilizable. No acertaría a decir cuánto tiempo llevaba sin usarse aquella cocina de forma seria.
- Espero que no jodas ese recuerdo ahora. Sigue dándosete bien cocinar, ¿no?
-Si te parece estos dos últimos años he sobrevivido a base de precocinados.
Arqueé una ceja
-Imbécil, no es que siga siendo bueno cocinando, soy infinitamente mejor.
-¿Lo dices por el ego o por la comida?

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