Soy

Prometeme el cielo y te dare la tierra.



martes, 20 de diciembre de 2011

Grilletes

Las cartas de poker colocadas estratégicamente en abanico eran devoradas por el fuego purificador, insaciable y que parecía no tener intención de darse prisa con su festín. "¿Así que estas cosas son en las que tú crees verdad? Que estupidez..."
Manya despertó de golpe, agitada, sacudiendose así las tinieblas del mal sueño. Inmediatamente miró al rincón en el que Shura dormía plácidamente a pesar de los grilletes. Inhaló profúndamente y se estiró en su sitio,después tendió el brazo hacia él, pero las cadenas la frenaron. Otra vez estaban en aquella situación. Mil malos presagios merodeaban en su mente como cocodrilos hambrientos a las orillas de un río. Encogió de nuevo sus rodillas y hecha un ovillo rompió a llorar. "Ni un ruido, ni un ruido, ni un ruido" pensaba mientras los gruesos goterones de lágrimas recorrían sus demacradas mejillas. Tantas huidas, tantos kilómetros recorridos, tantas noches en vela vigilando que no los encontraran, tantas precauciones al hablar de donde eran o hacia donde iban... Esa vez no tendría arreglo. Estaban vendidos. Y probáblemente muertos. Escuchó un suspiro en el cuarto, al limpiarse las lágrimas vió la mirada de Shura, clavada en ella, mostrándole  los dientes de forma amenazadora, estaba enfadado. Era verdad, aquello no había acabado, aun no habían acabado con ellos, tenían mucho que hacer aun. Sonrió ante su ataque de tristeza -Tienes razón, Shura. No. Esta noche no moriremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario