Seré la
inocencia dormida que colma el límite de cada sueño.
La promesa del regresar
que reside en cada despedida,
¿o quizá la promesa del no marchar?
Seré la
quimera que representará al mundo.
Te necesitaba para los siguientes pasos,
me
hacías
sentir que aun había una germinante esperanza en cada primavera, pero
ahora además de ser bailarina me veré obligada a ser actriz
y fingir que estoy contenta,
que creo en la esperanza.
Pareceré una ingenua
ante el mundo porque moriré entre los brazos de aquel que un día me despertó de
mi letargosa vida y renaceré cada mañana en una cama vacía,
preguntándome si
fue verdad o solo un mejor actor que yo,
un magnífico mago, el ilusionista que
yo misma pedí.
Ahora no puedo seguir los pasos de la música.
No estás aquí para
inspirarme.
Y aun así solo puedo decir "Aquí te espero..."